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El Pueblo Misak exige respuestas y una disculpa pública por los incidentes del lunes Santo

En un tenso encuentro el pasado lunes santo, 25 de abril, delegados del gobierno nacional se reunieron con autoridades Nunachak en un intento por resolver acuerdos incumplidos de años anteriores. Sin embargo, la falta de avances concretos llevó a la toma de medidas drásticas en la vía panamericana, específicamente en el sector La María.

La Unidad Nacional de Diálogo y Mantenimiento del Orden desplegó vehículos antidisturbios que, lamentablemente, atacaron a los comuneros Misak presentes en la protesta. Esto, a pesar de la promesa del actual gobierno de no recurrir a la fuerza pública en tales situaciones. Esta acción ha dejado a la comunidad Misak sintiéndose discriminada y profundamente decepcionada.

Las manifestaciones de este tipo han sido recurrentes, pero nunca antes se había visto una respuesta tan contundente por parte del gobierno. Este uso de la fuerza pública contradice las garantías previamente expresadas por el gobierno actual.

Al día siguiente, las autoridades Nunachak se reunieron nuevamente, esta vez en presencia de delegados de alto nivel del gobierno, incluyendo a la Viceministra para el Diálogo Social Lilia Solano, el Secretario de Gobierno Miller Hurtado, el Director General de la Agencia Nacional de Tierras (ANT) Daniel Piamba, y el Director de Asuntos Indígenas ROM y Minorías Germán Carlosama, entre otros.

En esta segunda reunión, las autoridades Nunachak y la comunidad Misak expresaron su firme rechazo a los acontecimientos del día anterior y exigieron una disculpa pública. Sin embargo, los delegados gubernamentales hicieron caso omiso de esta solicitud, argumentando que no estaban al tanto de la situación y que en ese momento no podían proporcionar una aclaración.

«El pueblo Misak no olvida», destacando la importancia de la memoria colectiva en la lucha por la justicia y el respeto de sus derechos. La falta de respuesta y acción por parte del gobierno solo ha profundizado el sentimiento de agravio y desconfianza en las comunidades indígenas.